El televisor LCD Sansui SMX32Z1 cuenta con una pantalla de 32 pulgadas y resolución HD, ofreciendo imágenes nítidas y detalladas. Su tasa de refresco nativa es de 60 Hz, lo que permite una reproducción fluida en escenas rápidas o deportes. El dispositivo tiene un grosor de 168 mm con soporte incluido.

Este modelo no dispone de Bluetooth ni entrada para PC (D-Sub), pero sí ofrece tres puertos HDMI para conectar diferentes dispositivos como consolas, reproductores multimedia o computadoras portátiles. Además, su consumo energético en modo inactivo es bajo: solo 0.5 W.

La altura del televisor sin base es de 42.9 cm y el tiempo de respuesta es rápido: tan solo 8 ms. No posee puerto DVI pero sí salida óptica digital para audio y ángulo vertical amplio hasta los 178°.

Cuenta con dos altavoces incorporados que suman una potencia RMS total estimada en unos generosos 20W; además, se puede utilizar la única salida disponible para auriculares si se desea disfrutar del sonido a través de ellos.

Incluye también un mando a distancia y admite señales analógicas NTSC/PAL así como digitales ATSC mediante su sintonizador híbrido integrado tanto analógico como digital.

Su peso sin soporte alcanza los apenas casi tres kilogramos mientras que el paquete completo llega a medir unos considerables ancho x alto x profundidad:785x490x130mm respectivamente.

En cuanto al diseño exterior destaca por ser completamente negro mate e incorporar tecnología LED Directo detrás del panel LCD plano; todo ello hace posible obtener colores vivos y un brillo de pantalla máximo de 200 cd/m².

El modelo SMX32Z1 es compatible con montaje VESA, lo que permite fijarlo a la pared o soporte adecuado para ahorrar espacio en el hogar. No cuenta con conexión WiFi ni Smart TV pero sí dispone de una entrada compuesta para video componente (YPbPr/YCbCr) y dos puertos USB 2.0 adicionales.

En resumen, este televisor LCD Sansui SMX32Z1 ofrece una buena calidad de imagen HD y sonido potente gracias a sus altavoces incorporados; además, su bajo consumo energético en modo inactivo hace posible reducir costos eléctricos sin sacrificar rendimiento visual o auditivo alguno.